El diputado y precandidato presidencial Jaime Mulet (Federación Regionalista Verde Social), en el contexto de un nuevo ciclo de conversaciones sobre “Retos y riesgos de la democracia”, organizado por el CEGEP de Valparaíso, realizó un enérgico llamado a recuperar la esperanza ciudadana y profundizar la democracia como respuesta al avance de discursos autoritarios a nivel nacional e internacional. En un contexto marcado por el desencanto político y la desconfianza hacia las instituciones, el parlamentario advirtió sobre el peligro de retrocesos democráticos si no se toman medidas audaces y estructurales.

“El esfuerzo principal que debemos hacer hoy en el mundo político es recuperar la esperanza. Vivimos tiempos donde la sociedad camina hacia la desconfianza y la desesperanza, y eso abre espacio a autócratas y líderes que socavan derechos y conquistas democráticas”, afirmó.

Mulet alertó sobre el avance de figuras como Trump, Milei o Viktor Orbán, señalando que su ascenso responde a las debilidades no resueltas de la democracia liberal. En ese marco, también cuestionó a sectores de la derecha chilena que, a su juicio, no muestran una adhesión sólida a los principios democráticos:

“No es menor que una candidata como Evelyn Matthei justifique los crímenes cometidos entre 1973 y 1978. Eso demuestra que hay sectores que no han consolidado una postura democrática coherente. Y sin embargo, generan adhesión”.

El diputado vinculó este fenómeno con los efectos sociales de la crisis climática, el calentamiento global y las nuevas dinámicas migratorias:

“Estamos en una cornisa. Si no avanzamos rápido con propuestas de futuro, seguirán apareciendo respuestas regresivas que ofrecen orden a cambio de libertades”.

Frente a este diagnóstico, Mulet propuso un camino claro: radicalizar la democracia, acercándola a la ciudadanía y reformando profundamente el Estado.

“La gran reforma del Estado debe ser su redistribución inteligente. No más concentración. Necesitamos usar nuevos métodos, inteligencia artificial, modelos flexibles, y desplegar el Estado en las regiones, en los municipios, en las juntas de vecinos. Que la gente participe en las decisiones reales”.

Finalmente, el precandidato reafirmó que el fortalecimiento democrático no se logra con discursos vacíos, sino con reformas concretas que devuelvan poder a las personas:

“El antídoto contra la autocracia no es el inmovilismo. Es una democracia más fuerte, más presente, más inteligente y más cercana”.