
El diputado y precandidato presidencial Jaime Mulet (Federación Regionalista Verde Social) presentó su Agenda de Descentralización, diseñada para transferir competencias y recursos efectivamente a los gobiernos regionales y comunales. Frente a la histórica concentración de poder en Santiago, Mulet fue claro al afirmar que “el poder nadie lo regala. El poder se conquista, se gana” y apeló a una reforma estructural del Estado para garantizar la toma de decisiones en el territorio.
Consultado respecto a la necesidad de descentralizar, el parlamentario explicó que “descentralizar es traspasar poder que tienen hoy día acá en el centro de este país… a las regiones”. Criticó la tentación de podar ministerios para ahorrar burocracia, subrayando que “eso es como podar un árbol viejo y seco… lo que hay que hacer es traspasar estos ministerios monstruosos que están acá a las regiones y distribuir”, de modo que cada zona cuente con equipos robustos capaces de enfrentar sus propios desafíos.
Asimismo, destacó la incorporación de tecnología e innovación, defendiendo que “tenemos que transformar el Estado con inteligencia artificial, con tecnología, pero hay que distribuir el poder; eso se traduciría en un país mucho mejor”. Señaló que soluciones digitales, combinadas con estructuras regionales fuertes, permitirán agilizar trámites, mejorar la fiscalización local y optimizar la asignación de recursos públicos.
En materia de fortalecimiento comunal, Mulet recurrió a una metáfora para reforzar su propuesta: “¿Quién mejor defiende una casa que el dueño de la casa? Entonces se toman decisiones acá”. Con ello, justificó que los municipios y gobiernos regionales deben recibir no sólo fondos, sino también la facultad técnica y normativa para diseñar políticas de vivienda, salud, educación y obras públicas adaptadas a su realidad.
Respecto al financiamiento y viabilidad, el diputado aseguró que la redistribución de fondos no implicará un alza tributaria inmediata, sino un rediseño presupuestario en el que parte de los recursos actuales se reasignen a los territorios. Añadió que, de implementarse, “equipos grandes por ejemplo en los lagos, donde tienen tremendo desafío de ríos y canales, y lo mismo en minería o agricultura, permitirán acelerar obras sin depender de la burocracia central”.
Para finalizar, comentó “esta agenda no es un mero slogan, sino la única vía para que las regiones dejen de ser receptoras de migajas y pasen a ser protagonistas de su propio desarrollo. Con una descentralización real, construiremos un Chile más justo, participativo y eficiente”.