Ante el anuncio de Japón de verter las aguas contaminadas provenientes de Fukushima en el océano a partir de este jueves, la Federación Regionalista Verde Social (FREVS) pide al gobierno del presidente Gabriel Boric exigir al gobierno de ese país buscar otras alternativas tecnológicas y científicas, en un momento de grave crisis climática y ecológica por la que estamos atravesando como humanidad.
Desde la FREVS expresan su profunda preocupación ante la decisión del país nipón y rechazan la nula capacidad de escuchar a la ciudadanía mundial que en diferentes puntos del planeta se ha manifestado contra esta medida, debido al riesgo de contaminación y afectación a los oceános, hogar de una multiplicidad de especies. Esto, porque a partir de las corrientes y mareas, sin duda, alcanzarán distintos puntos de las costas en todos los continentes.
Agregan que estas aguas contaminadas contienen sustancias tóxicas y radioactivas, las cuales pueden tener un impacto directo e irreversible en el mar. “Como partido comprometido con la protección del medio ambiente y la preservación de los bienes naturales, nos oponemos firmemente a esta medida y solicitamos al gobierno a través de su política internacional exigir a Japón que se abstenga de llevar a cabo dicho vertimiento. No podemos agregar más riesgos a los ecosistemas marinos, la cadena alimentaria y la biodiversidad en general”.
La salud humana, según afirman, también podría verse gravemente afectada debido a la alta exposición a niveles de radiación, incluyendo el desarrollo de enfermedades cancerígenas y defectos genéticos en las generaciones futuras. Así también las comunidades costeras de diferentes puntos del planeta, por la relación directa y dependencia de los océanos para su sustento y estilo de vida, afectándose su economía vital.
Desde la FREVS reiteraron su crítica al país asiático, una nación altamente desarrollada caracterizada por su desarrollo tecnológico y científico, por lo que lo instan a buscar otras opciones que consideren el contexto de crisis climática y ecológica. “Es urgente que se busquen alternativas más seguras y sostenibles para el manejo de las aguas contaminadas provenientes de sus reactores nucleares. No es ético aceptar acciones que conlleven graves riesgos y daños irreparables al medio ambiente y a las personas”.