Columna de Opinión de Rodrigo Cerda, ingeniero ambiental, Vicepresidente Nacional Federación Regionalista Verde Social y miembro de la Comisión de Crisis Climática y Transición Ecológica Justa (CCTEJ)
La crisis climática es uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo, una amenaza que no reconoce fronteras y que exige una acción global inmediata. En este contexto, Chile, un país altamente vulnerable a sus impactos, debe tomar la iniciativa para transitar hacia una sociedad sostenible y justa. La Federación Regionalista Verde Social (FREVS), como el único partido verde en Chile, se encuentra en una posición privilegiada para liderar esta transformación hacia una transición ecológica justa.
El actual escenario político mundial se ve influenciado por la creciente presencia de partidos ultraderechistas que abrazan el negacionismo climático, cuestionando la realidad del cambio climático antropogénico, es decir, no reconocen el impacto que hemos causado los humanos en el clima.
Estos partidos, liderados mayormente por figuras carismáticas, han impactado profundamente en el debate público y en las políticas gubernamentales, desafiando la base científica que sustenta la acción climática global.
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ha resaltado en una cita emblemática la urgencia de abordar la crisis climática: «La era del calentamiento global ha terminado para dar paso al período de la Ebullición Mundial». Esta declaración subraya que la crisis climática no es una problemática futura, sino una realidad acuciante que requiere esfuerzos concertados e inmediatos.
Esta tendencia negacionista se manifiesta en nuestro país con el Partido Republicano y en diversas partes del mundo. En Europa, líderes como Matteo Salvini de la Liga Norte en Italia, Santiago Abascal de Vox en España y Jean Dupont del Frente Nacionalista Francés en Francia, han minimizado la importancia de la crisis climática y socavado las políticas de mitigación. Estos discursos perjudican los esfuerzos internacionales por abordar la crisis en que nos encontramos, poniendo en peligro la cooperación global.
En Chile esta tendencia se reflejó en la votación realizada el 30 de mayo en la Cámara de Diputados y Diputadas, cuando se presentó un proyecto de resolución que reconoce la influencia humana en el cambio climático y donde la derecha aunada en los Republicanos, Renovación Nacional y la UDI votaron en contra, haciendo caso omiso de la evidencia empírica de la crisis climática. Esta actitud antagoniza con las declaraciones de líderes internacionales y con el consenso científico que respalda la realidad de este escenario.
En este contexto, el papel de la FREVS cobra una importancia fundamental, lo que tuvo un hito al solicitar al gobierno, a través de la Ministra de Medio Ambiente, declarar a Chile en Emergencia Climática, a fin de canalizar todos los esfuerzos y políticas públicas para paliar los efectos de esta situación.
Los partidos progresistas y los movimientos ecologistas deben asumir un liderazgo claro en la promoción de políticas y acciones para enfrentar la emergencia climática. Es esencial que se establezcan estrategias de adaptación que involucren a las instituciones públicas en áreas como salud, obras públicas, vivienda, agricultura y emergencias. Esto evitará situaciones trágicas como las observadas en otros países.
La negación climática es un obstáculo que debe ser enfrentado con urgencia. Líderes ecologistas internacionales como Greta Thunberg, José Antonio Quintero, Isabelle Lefebvre, Sven Giegold y Yannick Jadot han destacado la importancia de la ciencia y la acción concertada para abordar la crisis climática. Estos líderes enfatizan que este proceso extremo que estamos enfrentando es innegable y que su abordaje no solo es crucial para el planeta, sino también para la economía, la cooperación internacional y la calidad de vida.
En resumen, la crisis climática es un desafío global que requiere una respuesta unificada y basada en la evidencia científica. El negacionismo climático promovido por partidos de ultraderecha es una amenaza para esta respuesta, desafiando la cooperación y obstaculizando la acción climática. La FREVS tiene la oportunidad de liderar la transformación hacia una sociedad sostenible y justa en Chile, enfrentando este desafío con argumentos científicos sólidos y un compromiso político inquebrantable, en cada región y territorio del país.