Fueron más de cinco años de trabajo de nuestro diputado Jaime Mulet para que el Desierto Florido, en Atacama, fuese un lugar protegido y hoy, con la publicación en el Diario Oficial, ya es un hecho: Fue declarado parque nacional.

“Estoy muy feliz, porque ya fue oficializado (en el Diario Oficial) la creación del nuevo Parque Nacional Desierto Florido, en la región de Atacama, por lo que hemos trabajado tantos años. Fueron más de cinco años de trabajo parlamentario”, comenzó diciendo el parlamentario Mulet sobre este hito regiónal.

El legislador atacameño, quien fue uno de los impulsores y autores de esta iniciativa, acotó: “Es una victoria más para nuestra región, porque este parque comprende más de 57 mil hectáreas protegidas como corresponde”, dijo Mulet.

Además, el parlamentario regionalista verde agradeció a quienes hicieron posible esta gesta natural para Atacama: “Gracias a las y los trabajadores de Conaf y al esfuerzo que vengo realizando hace más de 5 años y a las miles de firmas que fueron recolectados en nuestra región para sacar adelante esta nueva reserva natural”, acotó Mulet.

Además, el Diputado fue enfático en señalar que la tarea y el camino del desierto florido aún no termina: “Seguiremos trabajando para que nuestro desierto florido sea declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO”, dijo Mulet.

Por otro lado, el “Parque Nacional Desierto Florido”, preservará el ecosistema Matorral Desértico Mediterráneo Interior de Skykanthus acutus y Atriplex deserticola, donde se manifiesta, de manera episódica, el fenómeno del Desierto Florido de una singular importancia florística y atractivo turístico, dando espacio para la investigación científica, educación ambiental y el desarrollo de actividades turísticas. Establece, además, asegurar la estabilidad y las condiciones de una muestra representativa del fenómeno Desierto Florido, como reservorio potencial de semillas de floración masiva frente a determinadas condiciones meteorológicas, mediante la acción de protección y preservación oficial de un Parque Nacional.

Asimismo, preservar especies de flora nativa del lugar, en particular las de alto valor y singularidad, con especial énfasis en especies en estado de conservación y endémicas, tales como pinto (Pintoa chilensis), Eragrostis pycnantha, tunilla (Austrocylindropuntia miquelii (Monv.) Backeb) y copao ácido (Eulychnia acida), asegurando la estabilidad y el desarrollo de sus población.