Tras un intenso debate, que se prolongó por dos jornadas, la Sala de la Cámara de Diputados aprobó y despachó la iniciativa a su segundo trámite constitucional al Senado


Respondiendo a un antiguo anhelo de múltiples organizaciones civiles, la Sala de la Cámara de Diputados aprobó y despachó a segundo trámite al Senado el proyecto que regula el uso medicinal del cannabis.
Al respecto, el diputado de Federación Regionalista Verde Social, Esteban Velásquez, señaló que “apoyamos con nuestros votos este proyecto, pues a nuestro juicio no hace otra cosa que humanizar este sistema de salud, pero también permite ampliar las posibilidades de tratamiento a muchas familias que padecen de traumáticas e invasivas enfermedades y dolencias, especialmente a las familias más desprotegidas”.
“Estamos de acuerdo en que el uso medicinal de la cannabis continúe su desarrollo en sus múltiples propiedades y no nos invada la desesperación de las contraindicaciones o los estudios que colocarían en duda sus beneficios, pues si esa es la lógica, deberíamos cuestionar gran parte de los medicamentos consumidos hasta ahora, en esta oportunidad nos centramos en sus beneficios sin prejuicios ni cargas. No podemos esperar que la cannabis venga a sanarlo todo, y por eso estamos de acuerdo en que sea contra receta y bajo prescripción médica, pero tampoco podemos desconocer que después de tanta evidencia científica y empírica, que nos indican que la cannabis trae mejoras a las condiciones de vida a muchas personas, incluidos niños, no podíamos ser nosotros los que negáramos este uso”.
Asimismo, Velásquez, quien es diputado por la Región de Antofagasta, destacó el beneficio que el uso de cannabis medicinal significará para “muchos enfermos de mi región, que tiene los más altos índices de cáncer, entre otros por las altas concentraciones de sustancias nocivas de la minería, por tanto la aprobación de este proyecto es una luz, una mejor oportunidad para aquellos que padecen esta dolencia, no podíamos seguir haciéndolos esperar más”.


El Proyecto
Se trata de una iniciativa de artículo único que incorpora al Código Sanitario una norma que indica que, “tratándose de la fabricación de productos derivados de especies, subespecies y variedades del género cannabis, destinados a la atención de un tratamiento médico, deberán ser prescritas por un médico cirujano tratante, mediante la correspondiente receta extendida de acuerdo a lo dispuesto en la ley y en el reglamento”.
Además, agrega que dicha prescripción médica deberá indicar también “el diagnóstico de la enfermedad, su correspondiente tratamiento y la forma de administración del cannabis, que en ningún caso podrá ser mediante combustión”.